miércoles, 8 de marzo de 2017

Vivir en la tierra sin ti

Vine a buscarte con la seguridad de tenerte, con el anhelo de disfrutarte, con la intención de sentirte, con la esperanza de aprovechar la experiencia y con el deseo de compartirte.
Vine acompañada, segura, alegre, despierta y confiada en que era un paso evolutivo que haría a tu lado, pudiendo así compartir contigo todo lo que empezamos juntos.
Pero tú no me seguiste en las mismas condiciones, viniste sin vida, con la muerte invadiendo todas mis células y aportandome una experiencia dolorosa de soledad, tristeza, vacío, cansancio, dolor y enfermedad.
Pasaste de ser mi hermano gemelo a ser un terror nocturno.
Pasaste de ser mi hermano gemelo a ser mi sombra.
Pasaste de ser la luz que me ayudaría a vivir, a ser la oscuridad que no se comprendía.
Y todo ello, sin saberte a nivel consciente pero extrañándote a cada momento.
Vine acompañada y seguí adelante sola, culpable, traicionada y abandonada, un hecho fortuito, una gripe devastadora que acabó con tu vida y marcó la mia con un deseo oculto de encontrarte, sentirte y abrazarte.
En cada sonrisa, en cada mirada, en cada encuentro más te añoraba, cada vez más preocupada, triste y enferma, creando y viviendo fantasías y no realidades, ocupada con otros, a los que me encontraba, aprovechando su dolor para recrear un dolor fantasma que embargaba mi alegria y me llenaba de necesidades enmascaradas de amor, intentando salvar y ayudando desde siempre a todos los que creía necesitados y desesperados.
Descarnada antes de nacer pero con Cuerpo, Mente y Espíritu, perdida entre dos Almas, lo he vivido, sostenido, soportado, aguantado, sufrido y salido adelante con un pesar de muerte, enfermedad y depresión, acompañado de búsqueda inacabable y recuperación.
Casi siempre con el deseo de volver a estar contigo, de encontrarte, el deseo de morir,  me acompañaba.
Por fin pude saberte como lo que eres, mi hermano y no una emoción enquistada en forma de tristeza que crece como un tumor maligno y se esparce sin parar.
Son 49 años de vida en la tierra, desconociendo la raíz de mi dolor y replegando las alas para no volar sola.
49 años de éxitos teñidos de luto, no disfrutados ni aprovechados, 49 años de placer sostenido con culpa y sustituyéndote por personajes cargados de tóxicos y dolor, todos para acercarme cada vez más a tu muerte.
Hoy hermano tengo mucho que decirte, tengo mucho para compartirte, con la esperanza de que al reencontrarte esas tinieblas sostenidas se hagan escurridizas con el calor de este sentimiento, con la confianza de que todo ya es diferente y la seguridad que esta experiencia la he elegido y que gracias a ella puedo andar mi vida en la tierra con todas las bendiciones que he creado para mí y que tú estás creando para ambos.
El dolor sostenido durante años era sólo un aviso de tu recuerdo, un aviso que hoy mi inconsciente ya siente inútil, ahora ya eres Consciencia, te sé, te conozco, te pienso, te siento y te acompaño.
Hoy hermano, tengo 49 años de vida que en momentos sentía desperdiciada y puedo asegurarte que he deseado mucho más que vivirla, morir y acompañarte.
Hoy hermano gemelo, te siento vivo y real, eres Pep, y con ello ha venido la calma, la alegría y la abundancia.
Los ojos que me miran hoy desde el rostro de otros humanos, son espejos llenos de compasión y amor, me reflejan mi sentido de vida, y no mi soledad ni la culpa de tu muerte. Durante años intentando salvar vidas, ayudando almas, años encerrada sin el sol, donde sólo la luz de la luna se filtraba por algunas rendijas se manifiestan hoy como el esplendor del arco Iris.
Hoy naces en mí y te reconozco como parte de mi Ser, incondicionalmente inseparables, y con todo el Amor, que ambos nos merecemos.
Hoy disfruto de la libertad de tenerme, de tenerte, y prescindo de necesitar nada ni nadie que te sustituya y llene ese vacío con dolor cuando el deseo es de amor y lo declaro lleno de mí, de mi esencia, lleno de ti, de tu esencia! En Amor, por el Amor y con Amor, para siempre, tu gemela Ester 🦋




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